En cierto modo, el flúor es un poco como la leche. Algunas personas dicen que es lo mejor del mundo, mientras que otras ni se acercan a él. Lo que sabemos con certeza es que está científicamente comprobado que protege nuestros dientes. Endurece nuestro esmalte, lo que proporciona una protección saludable y fuerte contra ataques agresivos de cosas como el carbono y el azúcar.
Al mismo tiempo, también sabemos que no es saludable consumir enormes cantidades de flúor a diario. Por eso recomendamos escupir la espuma y el agua cuando termines de cepillarte.
Debido a la variedad en las preferencias cuando se trata de flúor, fabricamos nuestras pastillas de pasta de dientes tanto con flúor como sin él. De esta manera, cada Smyler puede elegir la pastilla que mejor le convenga. Por lo demás, ambas versiones son exactamente iguales. Ambas contienen los mismos ingredientes naturales que mantienen tus dientes frescos y fuertes.
Obviamente, determinamos nuestra política solo después de una deliberación exhaustiva con ACTA (Centro Académico de Odontología). En general, los dentistas recomiendan usar una pasta de dientes con flúor y escupirla después de cepillarse. Las pastillas dentales Smyle contienen 1500 ppm, la cantidad exacta para un cuidado dental perfecto.
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